Los Patios de Córdoba
Los Patios de Córdoba
Patrimonio inmaterial de la Humanidad
En mayo se celebra en Córdoba la que es, sin duda, la fiesta más internacional de la ciudad, como son los Patios. Durante doce días, el casco histórico de Córdoba se llena de flores, colorido y un olor especial. La festividad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, reúne tanto a cordobeses como a turistas nacionales e internacionales que quieren conocer más de ella.
El patio cordobés
Antes de nada, debemos saber con certeza qué es un patio. Se trata de un espacio abierto y al aire libre integrado en una vivienda y que sirve para iluminar y ventilar el resto de dependencias. Además, tienen una función social, como punto de encuentro y centro de la vida familiar. En el caso del patio cordobés, este tiene una herencia de la distribución de las casas del periodo del Califato de Córdoba, las cuales construían sus muros orientados al interior, dejando sin relevancia el exterior. Los hay de infinidad de formas, más o menos cuadrada, con una o más plantas, con galerías laterales, con o sin arcos… Aunque la mayoría de ellos tenían en común la presencia de abundantes plantas y la existencia de un pozo o una fuente.
En los Patios de Córdoba, estos recintos se preparan durante todo el año para abrir durante el mes de mayo y ser mostrados a los visitantes. La fiesta cuenta con un concurso, dividido en diferentes categorías, en la que más de 60 patios, compiten para impresionar al jurado y los visitantes, fusionando arquitectura con naturaleza.
EL NACIMIENTO DE LOS PATIOS COMO ESPACIOS DE BELLEZA NATURAL
La construcción de los primeros patios de la humanidad nos lleva al año 6000 a.C, concretamente, a las casas de la ciudad de Jericó y sus edificaciones rectangulares, o la antigua ciudad turca de Çatal Üyúc.
Posteriormente, se establece en Egipto un tipo de casa con sala central de ventanas altas para protegerse del calor, incluyendo también la creación de jardines acotados, los cuales propician la aparición del peristilo.
En el caso de las ciudades sumerias, se encuentran viviendas con patio totalmente desarrollado, unos primeros patios que permiten realizar un pequeño fuego en ellos, al igual que situar los almacenes y espacios para dormir en su perímetro, algo que demuestra la organización en núcleos familiares por parte de la sociedad.
La principal influencia antigua de los patios de Córdoba procede de la casa Romana. La vivienda del antiguo imperio romano estaba ordenada por el peristilo, las llamadas domus tenían el núcleo de la casa en torno al patio ajardinado, adornado con estanque y juegos de agua..
El patio cordobés proviene de los patios de las casas romanas, o lo que es lo mismo, la casa típicamente mediterránea, de exterior sencillo, y sin escalones (al menos no muchos), a la que se accedía desde un patio, con solería de mármol y fuente central. Los árabes mantuvieron esta tipología, aunque les añaden los “riat” (arriates) con flores y agua, que provenían del pozo o de la fuente. Y en la Edad Media continúa siendo el patio uno de los elementos más importantes en todas las construcciones, incluso en las religiosas.
Pero lo que hoy conocemos como “Casa de Vecinos” tiene su origen, ya en la edad moderna, en la necesidad de aumentar, debido a la enorme demanda, el número de viviendas que se produjo con la emigración que hubo del campo hacia la ciudad. Estas viviendas debían ser, en primer término, asequibles, por lo que se creó un tipo de construcción parecido a las antiguas posadas. Muchas de estas casas eran antiguas casas de la aristocracia, que se modificaban levantando escaleras para acceder a la planta de arriba y haciendo habitaciones para todos los vecinos.
El patio popular cordobés, como lo conocemos en la actualidad, está formado por una discreta entrada en zaguán que da acceso al patio, donde se sitúan los lugares comunes de la casa: lavaderos, cocinas y aseos, y que da acceso a las viviendas de los vecinos. Las paredes del patio suelen estar encaladas y llenas de macetas con geranios, jazmines, nardos, rosas, gitanillas y claveles, que le imprimen un colorido y aroma singulares. Además, suele destacar la presencia del típico pozo, en el centro o a un lado del patio, y la escalera que da acceso a las habitaciones superiores. En algunos casos incluso podemos encontrar naranjos o limoneros.
Historia del concurso
La fiesta y el concurso como tal nacen en 1921, para dar respuesta a una tradición ya arraigada en la ciudad, como es la de mostrar los patios llenos de flores y plantas a quien quisiera visitarlos. El primer premio fue para el recinto situado en la calle Empedrada 8, en el barrio de Santa Marina. En las primeras ediciones, el certamen se denominó Concurso de Patios, Balcones y Escaparates, y estaba enmarcado en la Feria de la Virgen de la Salud.
Tras la Guerra Civil, el concurso comenzó a tener un jurado profesional y, a mediados de los 50, se toma en consideración la importancia de la fiesta, la cual recibe más apoyo y aumenta su participación. Una década después los Patios tienen entre 25 y 30 participantes y la cuantía de los premios ha aumentado ostensiblemente.
A principios de los 70, las presiones urbanísticas hicieron languidecer la fiesta, ante lo que la sociedad civil se volcó, salvando dos espacios emblemáticos, como son los patios de San Basilio 50 y Siete Revueltas 1.
En los 80 y 90 volvieron a relanzarse y las instituciones públicas volvieron a apoyarlos. Un impulso importante para la fiesta fue que el Casco Histórico de Córdoba se declarara Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, lo que circunscribió la Fiesta de los Patios a los barrios antiguos de la ciudad, cerrando así la posibilidad a que continuaran participando recintos de barrios como Levante, o de Encinarejo. A finales de siglo se crearon las categorías de Patio Antiguo y Moderno y en el 2000 se eliminaron los galardones por temáticas.
Patrimonio de la Humanidad
Después de que la candidatura fuera rechazada el año anterior, esta tradición logró su entrada en esa lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura el 6 de diciembre de 2012.
¿Sabías que 4 de los 49 reconocimientos otorgados por la UNESCO a nuestro país son cordobeses?