Julio Romero de Torres

Julio Romero de Torres

(Córdoba, 1874-1930)

Pintor español y cordobés. El hecho de que su padre, Rafael Romero Barros, fuese, además de pintor, conservador del Museo Provincial de Bellas Artes de Córdoba, influyó en la vocación del séptimo de sus hijos.

Después de cursar estudios en el Instituto Góngora de su ciudad, decide matricularse en el Conservatorio de Música en 1884, al tiempo que recibe clases de dibujo y pintura de su padre, junto a sus hermanos Rafael y Enrique. Su primera obra conocida es La huerta de Morales (1890).

En 1895 se presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes con la obra Mira qué bonita era (Museo Julio Romero de Torres, Córdoba) con la que consigue una mención honorífica y que es adquirida por el Estado.

En 1897 decide optar al premio de Roma con Conciencia tranquila (Museo de Bellas Artes de Asturias, Oviedo), pero no logra la ansiada beca.

En 1902 es nombrado profesor numerario de la cátedra de Colorido, Dibujo y Copia de la Escuela de Bellas Artes de Córdoba y en 1903 profesor agregado en la Escuela Superior de Artes Industriales. Ese mismo año recibe el encargo de decorar con un ciclo de pinturas murales el Círculo de la Amistad de Córdoba, por lo que decide trasladarse a Madrid para familiarizarse con la pintura mural de los simbolistas. En la capital se integra en el círculo de Valle-Inclán y frecuenta la casa de los Machado, estrechando su amistad con Manuel.

Realiza los seis murales dedicados a las artes para el Círculo de la Amistad cordobés: Pintura, Escultura, Música, Literatura, Canto de amor y El genio de la transfiguración (todos in situ) en los que evidencia la influencia de Puvis de Chavannes.

Continúa viviendo en Madrid, donde poco a poco va madurando un estilo propio y presenta Vividoras del amor (Fondos de Arte de Caja Canarias) a la Exposición Nacional de 1906, que es rechazada con el consiguiente escándalo por su tema escabroso.

En 1907 participa en la Exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid, ciudad en la que permanece y donde frecuenta la tertulia del Café de ­Levante junto a Zuloaga, Ricardo Baroja y Gutiérrez Solana. La decisión de viajar a Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Países Bajos y Marruecos marca una inflexión en su carrera que se manifestará en sus obras posteriores en una voluntad de cambio. ­

Consigue una primera medalla en la Exposición Nacional de 1908 con La musa gitana que compra el Estado y envía sus cuadros a las Exposiciones Internacionales de Buenos Aires y Santiago de Chile.

En 1910 recibe la encomienda de la orden de Alfonso X el Sabio y es nombrado inspector de la delegación y comisaría regia en la Exposición de Arte de Roma, y recibe al año siguiente la medalla de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Barcelona por su Retablo del Amor.

Es nombrado académico numerario de la Academia de Ciencias, Bellas y Nobles Artes de Córdoba aunque sigue residiendo en Madrid, donde a partir de 1913 frecuenta la tertulia del Café Pombo. En 1915 se le adjudica una sala especial en la Exposición Nacional de Bellas Artes y al año siguiente se le nombra profesor de ropaje de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Instala un estudio en la calle Pelayo, que años mas tarde se convertirá en centro de tertulias y reuniones.

En 1928 se le declara una grave enfermedad por cuyo motivo decide regresar a Córdoba para recuperarse; no obstante, sigue pintando. Participa por última vez en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1930 con veintiocho cuadros, ya que muere el 10 de mayo de ese mismo año.

María Teresa Martín Bourgon

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